Yulakia,un nuevo inicio
Mientras el Alto Mando de BLC coordina con sus aliados y clientes sobre su futuro, son llamados por la primera dama de Yulakia, Arianna Nakolenka, solicitando asistencia para recuperar el control de la República de Yulakia y liberar a su esposo, el presidente legítimo Vissim I Dokolenko de las manos de fuerzas de ocupación pro-rusas.
Fuerzas de inteligencia lideradas por el Mayor Ahmed, con el nombre clave Nomad, son despachadas a la región de Yulakia, mientras el grueso de la Brigada se prepara en Bruselas para avanzar con el contingente de OTAN hacia una nueva misión. Sin embargo, el fuerte descontento de grupos militares internos contra la legitimidad del gobierno de Dokolenko, sumado a una campaña de desprestigio por ciberterroristas pro-rusos y la proximidad al frente de batalla ruso por la situación geopolítica de Yulakia generan serias dudas en los países integrantes de OTAN, logrando que se retrase la ofensiva hasta que reportes de fuerzas independientes externas a las potencias europeas y reconocidas por Naciones Unidas realicen un informe en la región. Debido a esto, la Brigada Latina de Combate se prepara para partir hacia el Mar del Norte, donde Nomad logró conseguir el apoyo de la Task Force 6-8, una Fuerza Expedicionaria de Combate compuesta por elementos de Estados Unidos, Italia y Alemania.
A pocos días del despliegue en Yulakia, el entonces líder de BLC y gran parte de la Plana Mayor, decide realizar un acto de traición intentando tomar control de la Brigada Latina de Combate, aduciendo una supuesta venta de información y autoritarismo por parte del Pelotón Delta (Operaciones Especiales) y el Comandante Avochdar. Las fuerzas leales al Comandante logran expulsar y derrotar a la Plana Mayor, quienes abandonan las instalaciones aliadas de OTAN, sin antes dejar sin efecto los antiguos contratos de defensa y asistencia. Esto generó inconvenientes serios en la campaña de Yulakia, que debió ser abandonada para restaurar el orden interno.