Edición de «Liberacion de Altis»

Altis se encuentra en una posición geográfica estratégica, lo que la convierte en una base ideal para operaciones en el Mediterráneo y Medio Oriente, además de que cuenta con una extensa infraestructura militar abandonada.

Desde la intervención rusa en la Guerra Civil Siria y la derrota territorial de ISIS por parte de la coalición internacional en 2017, la isla de Altis se convirtió en un refugio para grupos terroristas. La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021 provoca una reducción importante de operaciones en el Mar Mediterráneo y la posterior invasión rusa de Ucrania generó un vacío de seguridad en toda la región. Contratada por fuerzas gubernamentales y organizaciones humanitarias, la Brigada Latina de Combate estableció una operación masiva de intervención en Altis para combatir estas amenazas y estabilizar la región, con el apoyo logístico de Naciones Unidas y países de OTAN de la región.

Luego de meses de lucha encarnizada y de algunas bajas civiles, la isla de Altis fue finalmente asegurada y entregada al nuevo gobierno de coalición para la recuperación de Altis, formado por elementos remanentes de las Fuerzas Armadas de Altis y fuerzas rebeldes prodemocráticos que asistieron a la BLC en la lucha armada. Para mantener la paz y ayudar al entrenamiento de las nuevas fuerzas de seguridad, el gobierno provisional le otorgó a la BLC autorización plena para que formen su base de operaciones y entrenamiento en la isla, convirtiendo antiguas bases militares en el cuartel general, con talleres de mantenimiento y áreas de entrenamiento. Con los fondos y equipamientos recuperados de las fuerzas terroristas, se realizaron nuevas instalaciones civiles y militares, entre ellos el nuevo Aeropuerto Internacional de Altis y la reincorporación de nuevos parques solares y eólicos para la generación limpia de energía.